Las lagartijas son reptiles pequeños y ágiles que pertenecen a la familia de los lacértidos, con una presencia casi universal en todo el mundo.
Se adaptan a una amplia gama de hábitats, desde desiertos hasta selvas, lo que demuestra su increíble capacidad de supervivencia.
Estos reptiles son conocidos por su rápida capacidad de regeneración, especialmente de sus colas, lo que les ayuda a escapar de los depredadores.
Mantener lagartijas como mascotas puede ser una experiencia gratificante y educativa, ofreciendo una ventana al comportamiento intrigante y las adaptaciones únicas de estos reptiles.
En cualquier caso, antes de decidir tener una lagartija, es recomendable visitar la Clínica Veterinaria más cercana y resolver todas las dudas al respecto.

Cómo alimentar a una Lagartija
La dieta de una lagartija varía ampliamente según su especie, pero la mayoría son insectívoras, alimentándose de una variedad de insectos y arácnidos.
Algunas especies más grandes pueden consumir otros animales pequeños, como crías de ratones.
Para las lagartijas domésticas, es crucial proporcionar una dieta balanceada que incluya grillos, gusanos de la harina, y otros insectos, idealmente enriquecidos con calcio y vitaminas para promover una salud óptima.
Es importante alimentar a las lagartijas con presas vivas para estimular su comportamiento natural de caza, ajustando la cantidad y frecuencia de alimentación según la edad, tamaño y especie de la lagartija.
Qué cuidados necesita una Lagartija
El cuidado de una lagartija implica crear un entorno de vivienda que simule su hábitat natural lo más posible.
Esto incluye un terrario de tamaño adecuado con un gradiente de temperatura controlado, zonas para tomar el sol, esconderse y explorar.
La iluminación UVB es esencial para la síntesis de vitamina D3, crucial para la salud ósea.
La humedad debe ser regulada de acuerdo con las necesidades específicas de la especie.
Además, es fundamental mantener el terrario limpio para prevenir enfermedades.
La manipulación de las lagartijas debe hacerse con cuidado para evitar estrés o lesiones, y siempre es recomendable investigar las necesidades específicas de la especie de lagartija que se tiene como mascota.
Más cosas sobre las Lagartijas
Antes de decidir adoptar una lagartija como mascota, es importante considerar varios aspectos cruciales.
Primero, determinar qué especie se adapta mejor a su estilo de vida y nivel de experiencia, ya que las necesidades de cuidado varían significativamente entre especies.
Las lagartijas requieren un compromiso a largo plazo, con algunas especies viviendo más de 10 años.
Además, el acceso a un veterinario que tenga experiencia en reptiles es vital para asegurar el bienestar de la lagartija.
Finalmente, aunque las lagartijas pueden no ser mascotas tradicionalmente "cariñosas", observar su comportamiento natural y aprender sobre su biología puede ser una experiencia profundamente enriquecedora.
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